
Con el superclásico entre ceja y ceja, tanto Miguel Russo como el Kaiser Passarella ultiman detalles para llegar al domingo sin ningún inconveniente. Por un lado, la actualidad del xeneize viene en alza, luego de haber superado cómodamente al San Lorenzo de Ramón. Con todo el plantel en óptimas condiciones, llega apriori con más confianza. Las molestias de Morel y del uruguayo González, no preocupan al cuerpo técnico, que no haría modificaciones con respecto del último encuentro.
Por el lado de River, el panorama es más complicado; viene de caer goleado ante Argentinos en la Paternal. Por más que haya guardado a sus principales titulares -Falcao, Ferrari, Nico Sánchez, entre otros- una decepcionante actuación ante el "bichito" hace que los Millonarios disminuyan sus posibilidades de ganar.
Se sabe que los clásicos son un campeonato aparte, y que la actualidad de los equipos pasa a segundo plano. Las claves del partido pasarán por el fútbol que pueda desplegar el tandem Banega-Gracián, y la explosión de Rodrigo Palacio. La dupla de centrales deberá estar atentos en cada envío aéreo, porque los últimos goles que Boca sufrió fueron de cabeza. River, entanto, deberá organizar sus salidas por el lateral derecho, de la mano de Ferrari, y será premisa que Belluschi tome contacto con la pelota cerca del área contraria, y no tenga que trasladarla, porque ahí es donde su juego se hace improductivo. En el ataque, el oportunismo de Radamel Falcao y la explosión que le puede dar los ingresos en el complemento de Buonanotte.
Este clásico será importante por varias cosas: por la redención de Passarella con la gente de River; para confirmar que Boca es un serio aspirante al título; y ver como la seguridad afronta un partido de semejante magnitud.
Mientras tanto, nuestro fútbol se viste de fiesta. Eso esperemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario