RESPIRE TRANQUILO MILLONARIO

Finalmente, fue un empate a 0 que sabió a victoria para River Plate. Porque los dos goles como visitante que había marcado en Montevideo, le daban cierta tranquilidad. Pero, consciente que el equipo del "Polilla" Da Silva venía al Monumental a matar o morir. Y así fue. Hasta que Grandse no pitó el final, la gente no respiró con normalidad.

River venía envalentonado por una fila de resultados positivos, y una consolidación de algunas de las piezas del new modelo millonario. Con Abelairas por izquierda -sustituyó al lastimado Augusto Fernández. y Belluschi por derecha, en teoría, River ganaba mayor recorrido por las bandas, y el libre paso para Ferrari. Defensor, en tanto, cambiaba la tosquedad del grandote Navarro, por la movilidad del "chiquitito" Fernández.

Desde el arranque, el equipo uruguayo sorprendió con el planteo: un bombardeo por los laterales, y arriba, la experiencia de Moralez y las corridas de Fernández. Su línea de 3, casi que sew plantaba en la mitad de cancha, obligando a Falcao y a Rosales a recorrer más metros. Gaglianone sobre Ortega, Marchant y Arioza desgastando por las bandas a los volantes externos. Sólo faltaba plasmar concretamente en el resultado, todo lo bueno realizado en la primera etapa.

Pero el propio tragín, desgastó en general a los botijas. Casi al final, River se acordó de atacar al manitos de manteca Silva, que en las dos veces que intervino, dio rebotes al medio del área.

Defensor seguía con su juego en el complemento, decidido a copar el terreno millonario. Tal es así, que primero Moralez, exigiendo la salvada de JP Carrizo, y otra del "Sapito" Marchant desde casi la mitad de cancha obligó a Tuzzio a rechazarla en la mera línea. Y todo eso, sumado al quedo de River, que no encontraba en Ortega a quien aguante la pelota, y en el resto de los volantes, quién se muestre como alternativa. La entrada de Viudez y Navarro le daba refresco al ataque violeta.

Las casi 40 mil personas presentes en el Monumental veían como su equipo no cerraba la llave. Todo lo contrario, el Defe seguía poniendo delanteros y jugándosela a todo o nada. Algunos se iban, otros se quedaban para sufrir. Parecía un suplicio este pasaje a las semis, hasta que Williams Martínez sacudió al pibe Ríos, derivando en su expulsión. Con ésto se bajaba la cortina, que sólo dio para la expulsión de Ferrari. El pito paraguayo Grandse seguía agregando minutos. Más histeria generaba.

Finalmente, River se clasificó angustiosamente y enfrentará al complicadísimo Arsenal de Sarandí. Por la otra semifinal, el América de México se las verá con Millonarios de Colombia.