MERCY DAVID

Que adjetivo calificativo se le puede poner a David Nalbandian, el argentino le gano dos veces al número uno del mundo, ¿en toda su carrera?, ¿en torneos consecutivos sobre polvo de ladrillo?. No, David le ganó en 10 días a Federer en las superficies más favorables para el suizo e igualó el historial personal en 8 encuentros por lado.

Si Roger se había disfrazado de Rey Arturo para amedrentar al argentino, la verdad que no se notó, el rey unquillense tuvo mayor precisión en su raqueta y se notó en el 6-4/7-6(3) final, a pesar de un pequeño sofocón que sufrió en el primer set.

A Nalbandian se lo vio concentrado y con la misma táctica que lleva siempre acabo contra el suizo, a pesar del pobre 45% de primeros servicios en el primer set, David quebró el saque del helvético en dos ocasiones para ponerse 5-2, sin poder cerrarlo en ese game, se estiro la definición hasta el 6-4 con el cual finalizaría el primer parcial.

El segundo set fue palo y palo, un break por lado y llegaron al 6-6, el tie-break del argentino fue sencillamente excelente y se concluyó con un 7-3.

La historia se volvía a repetir, Federer -como a principios de año en Indian Wells y Miami, en ese caso, a manos de Guillermo Cañas- cae ante un mismo argentino dos veces en menos de 15 días. Willy en aquella época mostraba su mejor tenis de la temporada, David ahora también.

Esto demuestra que no hay jugador invencible, solo hay que animarse a jugarle de igual a igual, a pesar de todo lo que pueda hacer David, ya Federer se siente en peligro cuando escucha su nombre, debe sentir esa adrenalina interna que lo hace caminar por la cornisa en la mayoría de los encuentros entre sí.

Una cornisa que, como esta tarde -noche parisina-, puede volverse media resbalosa y siempre hay un mal intencionado que tiene ganas de empujarlo, como hoy lo hizo David.

Ahora, ya sin chances de clasificarse directamente a la Copa Masters -por las victorias de Murray, Gasquet y Robredo-, su escollo en cuartos de final será el español David Ferrer, un hueso duro de roer, pero si ya cayó Roger... ¿Por qué no puede caer él?