La idiosincracia de Dunga, no refleja el jogo bonito a la que todo el mundo está acostumbrado. Un fiel ejemplo es la final de la Copa América, donde eligió defenderse con jugadores poco dúctiles y marketineros, como Josué, Gilberto Sila y Vagner Love. Para las eliminatorias, se sumaron los geniales Ronaldinho y Kaká. Justamente, de una habilitación de Kaká, para Maicon, vino el centro atrás del lateral y Vagner Love -el delantero del amor- la empujó con el arco vacío. De ahí en más, Brasil no hilvanó una sola jugada en ataque más. Y Ecuador, firme en la marca, pero muy flojito arriba.
El scratch comenzó el segundo tiempo jugando a nada, y de a poquito, Ecuador fue balanceando el trámite, con algunas oportunidades para vulnerar la vaya de Julio Cesar. En ese momento, donde la torcida comenzaba a murmurar en contra de los jugadores y del técnico, apareció la sociedad Kaká-Ronaldinho para liquidar la cuestión en poco más de 10 minutos.
El propio Dinho puso el 2 a 0, y Kaká, con un par de golazos, y el restante de Elano para completar la faena goleadora.
Este triunfo no tapa el poco nivel de juego que Brasil demostró en toda la Copa América, ante Colombia, y ayer con Ecuador. Sólo le da un poco de aire a Dunga.
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