lunes, 5 de noviembre de 2007

UN TORNEO ENGRANADÍSIMO

Que expectativa había antes que comenzara la 15º del Apertura. Porque los 4 clásicos impuestos por la AFA para esta fecha, le ponían el condimento de un superfecha, sumado a partidos por la lucha para evitar el descenso, y un partido, que quizás, por los nombres de los conjuntos no significaba mucho, pero sus propias realidades, lo hacían el más emocionante de la fecha. Sin dudas, Lanús vs Tigre era el partido visagra de esta parte del campeonato.
Ambos llegaban de forma encomiable. Sin lastimados de importancia, y con estrategias bien definidas. El Grana, apostando a la dinámica de Sebastian Blanco por derecha, y con Santiaguito Biglieri acompañando al "Pepe" Sand en el ataque. El Matador, por su parte, planteaba la vuelta del paragua Ayala para ayudar a Ereros y a Lázaro en la delantera. El resto, todo igual a fechas anteriores.
El partido se jugaba con los resultados ya puestos de sus inmediatos perseguidores. Por eso será que Tigre arrancó tan nervioso. Con la ya conocida conexión entre Castaño y Martínez muy imprecisa, con una defensa que hacía agua ante las llegadas de Blanco y Fritzler por sorpresa. Tanto es así, que en una escapada del pibe Blanco, derivó en un penal de Ferrero a Biglieri, que el goleador Sand cambió por gol.
Cambiaba el mapa del partido, porque Lanús había conseguido su objetivo de marcar un gol, y porque Tigre no encontraba su habitual funcionamiento. Pero ésto es fútbol, y con toda la impreviscibilidad que lo caracteriza, el equipo de Victoria llegó al empate. Era tarde-noche de goleadores, primero fue Sand, y ahora Lázaro, que de cabeza, marcó el tanto.
Así moría el primer tiempo, con la incertidumbre de saber cómo terminaría este partidazo. Las hinchadas bramaban desde su lugar, y avivaban la pasión de dos equipos de los chicos que se disputaban el destino de Apertura.
El grana rebotó mejor, con la creatividad de Diego Valeri -que jugador por Dios- inquietaba el arco de Islas. Justamente, Valeri fue el encargado de habilitar mediante un centro a Fritzler, que sorpresa por el fondo, cabeceó al gol.
Cabrero se agarraba la cabeza y su emoción confirmaba el buen momento de su equipo. De ahí en más, Tigre no supo y Lanús tampoco lo dejó .
Lo cierto es que Lanús dio el primer paso al título. Logró pasar exitosamente a un rival directo por el liderazgo del certamen, y además, confirmó que estos jugadores, sin tanto nombre, son mucho más que un cúmulo de individualidades, como los de Independiente o Boca.

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