lunes, 8 de octubre de 2007

¿Boca sin líderes naturales?


Si se ha distinguido en los últimos a los equipos de Boca, es por su capacidad de afrontar los partidos más difíciles. Y eso lo ha logrado apartir de numerosos líderes dentro y fuera de la cancha, capaces de resistir sobre sus espaldas la presión y los momentos de sosobra.
Si algo hizo bien Bilardo en su gestión, fue haberle pedido al presidente Mauricio Macri que rompiera el chanchito y comprara casi 15 jugadores por el valor de 18 millones de dólares. Entre ellos estaban Guillermo Barros Schelotto, Palermo, Ibarra, Serna, Bermúdez, Córdoba, Cagna, entre otros. Luego, Carlos Bianchi los organizó dentro de la cancha, dándole absoluto respaldo. A medida que fueron pasando los partidos, ya se hablaba de una mística, que fue certificándose con la obtención de las Copas Libertadores , con los bicampeonatos, y con la tranquilidad lograda.
Pasaron los años, y el plantel tuvo que recurrir a nuevos referentes para luchar por el liderazgo continental. Battaglia ya tenía 3 años en la primera, Cassini cumplía a la perfección el rol vacante del "chicho" Serna, Schiavi el de Bermúdez, y Tevez y Delgado hacían olvidar los goles de Palermo. Esa mística no se resentía; por el contrario, pasaban los torneos y las arcas xeneizes seguían coleccionando nuevos triunfos.
Con la llegada de Russo, se planteba el dilema de la sucesión del bochornoso paso de LaVolpe por la institución. Los referentes seguían siendo Palermo, Ibarra, aparecían el "Cata" Díaz, Morel y el retorno de Riquelme. Se logró la Libertadores en un muy buen nivel, y ya se hablaba de un plantel lleno de individualidades y talento.
Pero, este torneo, sin el cata, sin Román y con jugadores de perfil bajo como Banega, Dátolo, Cardozo y Palacio se ha acentuado la falta de líderes de este conjunto. En estos momentos, quizás los más complicados de la era Russo, por la eliminación de la Copa Sudamericana y la irregularidad en el torneo local, no hay quién tome la batuta y respalde al DT, o asuma responsabilidad por el complicado momento. Al negro Ibarra y al goleador Palermo le queda 1 año de contrato, y en la nueva camada de jugadores, no asoma ninguno como un lider natural.
Después de haber perdido el superclásico de forma rotunda, el panorama no es de lo mejor en el club de la Rivera, porque dejó escapar una gran chance de superar al puntero Independiente y porque sus principales jugadores no aparecen. Ledesma corre más de lo que juega con el balón dominado, Banega no termina de convencer, entre Cardozo y Dátolo se pelean por ver quien rinde menos por izquierda, y Gracián todavía no ensambla. Palermo y Palacio quedan aislados arriba. Sólo salva su pilcha Caranta.
Russo deberá volver a las bases, esa que le dio a Boca varios títulos y lo catapultó a la cima del fútbol mundial. Para eso, tendrán que volver a su nivel los principales referentes, esos que siempre pusieron el lomo por la azul y oro.

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