domingo, 21 de octubre de 2007

NO TE DES POR VENCIDO, NI AUN VENCIDO

Parecía cosa juzgada o salia campeón Hamilton o Alonso, pero el título quedaría en McLaren, nadie apostaba por Kimi Raikkonen que llegaba a esta apretada definición a siete puntos del inglés y a cuatro del español. Las posiciones de largada marcaban que Felipe Massa iba a intentar controlar a los autos de Ron Dennis y el finlandés iría al primer puesto y desde allí escaparse. Nada de eso sucedió.
En una estupenda largada Raikkonen superó a Hamilton y se puso a la cola de su compañero de equipo, el inglés quedaba relegado detrás de Alonso en el cuarto puesto que, por cierto, le hubiera alcanzado para coronarse campeón de la máxima. Pero en su afán de superarlo perdió la línea del auto, bloqueo y partió fuera de los límites de la pista, reposicionándose en el sexto lugar.
Todo parecía calmarse pero en la octava vuelta, otra vez, el joven inglés fue protagonista, esta vez su auto se quedaba, no podía retomar el ritmo, fue pasado por todos los demás pilotos y quedaba en el puesto 18, era abandono, pero de repente la suerte volvió a estar de su lado y el McLaren volvió a tomar velocidad, la carrera se ponía interesante y el campeón era Fernando Alonso.
Las aguas se calmaron hasta las vueltas 54 y 56 en las cuales los pilotos de Ferrari hicieron sus segundas paradas e invirtieron las posiciones, de esta manera Raikkonen se consagraba campeón.
El finlandés cruzó la meta en primer lugar, pero no podía saber si se coronaba hasta que no llegasen Rosberg (cuarto) y Heidfeld (quinto) porque venían teniendo una reñida batalla por ese puesto y, si se tocaban, el campeón sería Hamilton que se encontraba en la séptima posición
La carrera llegaba a su fin, Raikkonen, Alonso y Hamilton llegaban primero, tercero y séptimo, respectivamente. El campeonato colocaba al finlandés de Ferrari por delante de todos con 110 puntos, uno más que sus colegas de McLaren.
Ferrari era pura euforia, pero The Iceman (Hombre de hielo) como se lo conoce al finés, no demostraba tanta pasión.
En un campeonato plagado de problemas extra deportivos, volvían a primar las carreras, Raikkonen se coronaba por primera vez campeón de la máxima categoría de autos del mundo. Que alguien le avise o, por si lo sabe, que le transmita la felicidad a su cara.

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